Un día
de verano del año pasado, en un viaje hacia la costa norte de España,
concretamente esa porción de infinito mar que baña las costas cántabras, me
paso algo increíble, que agradezco ahora mismo.
Ya
estando medio dormido, disfrutando de los rayos de luz que chocaban contra mis
parpados, disminuyendo la intensidad de su brillo, me confortaba el calor que
me proporcionaba nuestro Rey Sol. A
todo eso, se le unió una canción que salía de la radio. Una canción que a
primera impresión me parecía muy extraña. De ahí emanaba una voz grave, que me
hizo imaginar una mujer ya vieja, cantando lo primero que se le venía a la
cabeza. De hecho, le dije a mi hermano que, por favor, cambiase a alguna
canción con talento; a lo cual, no hizo ni amago por satisfacerme. Y así transcurrió,
poco a poco la extraña letra acompañada de su música, haciendo que finalmente,
cayese en un sueño placido y tranquilo.
En ese
viaje no me di cuenta que el grupo de esa canción cambiaría parte de mí, meses después.
Y así fue como, tras esos meses, me dijo mi hermano que escuchase cualquier canción
de ese grupo con los ojos cerrados, que sintiera lo que dice, creando mi propio
significado; y eso hice. Fue INCREIBLE. Con una canción llamada Año nuevo me hizo emocionarme
lentamente, hizo domar todo lo que tenía dentro. Y así empecé, un día tras
otro, escuchando una y otra canción. Lo que me encanta es ver como escribo esto
mientras escucho otra canción suya: Sálvese
quien pueda.
Y aquí vienes
tú, lector. Buscarás esa canción por la web para ver que preciosidad esconde
esa letra, esa música. Y quizás me digas: ¿esta basura de dónde sale? Y a parte
de decirte: Que poco sabes de música, te digo: todo se esconde en la belleza
que tú le des. Me explico. En mi opinión es el único grupo que conozco que de
verdad hace maravillas. La poesía que hace, el fondo que tiene la voz de Pucho,
esos altibajos amargos que crea, sonidos inquebrantables, y sobre todo la letra
y la gran emoción que pone, es lo que me hace llorar y sonreír al mismo tiempo.
Y eso es lo que a mí me emociona, que con cada palabra crea un mundo en mi
mente, haciendo que mi piel se vuelva como la de una gallina, llegando una
sensación indescriptible a mi cabeza.
Esta es
mi medicina. Me conecto tan fuertemente a la música, a la letra, que es como si
fuese una droga que nunca podré dejar. Sensaciones felices que he ido
recopilando a través de los años se esconden en esa voz. Y por eso te ofrezco
esta oportunidad de descubrir un nuevo mundo, un mundo lleno de Baldosas amarillas. Está clarísimo que
todo es cuestión de gustos, y que si no te gusta, me parecería normal. Lo que
me parecería extraño es que tras haber escuchado una canción, prestando atención
a la letra que compagina su música, digas que es un grupo más, como otro
cualquiera.
Escribo
esto, un día antes de mi cumpleaños, porque quería hacer honor a la canción que
me abrió una puerta nueva, canción llamada Año
nuevo y por ello me uno a su letra: “con vivos, muertos, brindando juntos,
por un año más, un año menos. Que dolerse, de esta herida y de esta luz”. Y
ahora, sino sabes de que grupo hablo, búscalo y disfruta.